El Bodeguero fue el peor equipo del 2026 y termina perdiendo la categoría al quedar último en tabla anual. El capítulo final de esta trágica novela se dio en el Gambarte, fue 1 a 1 con Riestra con gol de Nico Benegas para el Malevo y Santino Andino para el Expreso.
La vida, y en especial el fútbol, tiene muchas vueltas. Quién habría imaginado que Godoy Cruz llegaría a esta delicada situación luego de episodios memorables en estos 20 años en la máxima categoría. Campañas protagonizadas de principio a fin, clasificación a copas internacionales, goleadas a los equipos grandes y más, no se pensaba nunca en un descenso.
Un convulsionado 2025 con cuatro entrenadores, un Gambarte remodelado donde no se pudo ganar aún, problemas institucionales, declaraciones venidas en catástrofe con los arbitrajes y sin ideas dentro de la cancha; se justifica porque se llegó a esta situación, nada es casualidad.

Solo arrebatos e individualidades futbolísticas generaban la mínima esperanza de una posible salvación. Pero los números no mienten: solo cuatro partidos ganados en el año, uno solo de local a finales de abril vs Atl. Tucumán, su último triunfo fue a principios de septiembre y nunca hubo un equipo definido en todo el torneo.
El Gambarte era una olla a presión. La tarde del 15 de noviembre fue la indicada. Bajo un cielo extraño, difuso con nubles negras y rayos que generaban un clima acorde a los sentimientos de las almas presentes en la Bodega. Y a la vez un sol solemne que se encargaba de iluminar solo el terreno de juego, donde todo ocurre, donde todo se define.
Vestido de vinotinto salió a la cancha el Tomba. El partido no siguió ninguna lógica, se jugaba con el corazón. Con muchos errores, pocos aciertos, pero con la sensación de que se pudo haber sumado de a tres.
A los 19, Nico Benegas recibió solo y convirtió para el Malevo, la frustración era total.
Tres minutos después, a los 22, Andino tiró un centro desde la izquierda, la pelota picó alta y se le complicó a Manganelli, Godoy Cruz empató el partido y se aferraba a la ilusión que lo condenó.
El primer tiempo finalizó con las tablas en el marcador, todavía había chances, pero cada vez el sueño de zafar se veía más lejano.
En el complemento comenzaron a llegar noticias desde Mar del Plata, donde Aldosivi y San Martín de San Juan se estaban disputando también la permanencia (y la del Expreso) en el Minella. La cantidad de goles en tan poco tiempo generaron mucha incertidumbre en Mendoza, y en medio de eso el Bodeguero iba, sin fútbol ni ideas y con muchos nervios, pero no paró de ir para adelante.
Creas o no en las supersticiones, los futboleros sabemos reconocer momentos donde la pelota no quiere entrar. Un atajadón de Manganelli en el aire luego de un cabezazo de Rasmussen en el area chica, el travesaño de Rossi. Otro cabezazo en soledad de Andino que se fue apenas desviado y otras chances que podemos nombrar y que nos denotan que el equipo mendocino mereció ganar.
Ambos partidos finalizaron, y el destino de tres equipos se definió. En Mar del Plata el Tiburón deliraba de alivio luego de ganar 4 a 2 un partido inédito y el Santo sanjuanino no podía contener toda su impotencia. Mientras que en la tierra del Sol y del buen vino, todo era tristeza, el silencio invadió cada sector del estadio.
Muchos lloraban, otros alentaban y se besaban su fiel escudo pegado al corazón, y otro simplemente observaban el panorama gris en el que estaban sumergidos, nadie se iba.
Los hinchas, aquellos que cuando se gana no reciben nada a cambio y cuando se pierde caminan en el dolor, cumplieron su rol en este marco de manera excelente. Muchos chicos presentes recordarán esa tarde quizás como uno de los días más tristes de su vida, los grandes serán los encargados de guiarlos, de decirles que, aunque parezca, no es el fin del mundo, y que algún día van a volver.
No se si esta crónica perdurará en el tiempo o simplemente se hundirá en un mar virtual. Y nadie sabe cuanto tiempo lo tome a Godoy Cruz pisar nuevamente la Primera División, eso lo veremos a futuro. Pero por el momento solo puedo dirigirme a los tombinos para hacerles saber que su club marcó historia, no solo en la provincia, sino en el fútbol argentino, y que todo pasa por algo. En este día, y cada día Tomba.
Síntesis:
Godoy Cruz:
1-Franco Petroli/ 5-Juan Escobar, 2-Tomás Rossi, 23-Federico Rasmussen/ 41-Facundo Altamira, 25-Vicente Poggi, 13-Nicolás Fernández, 21-Andrés Meli/ 11-Daniel Barrea, 31-Agustín Auzmendi, 27-Santino Andino/ DT Omar Asad.
Deportivo Riestra:
12-Nahuel Manganelli/ 36-Mariano Brancamonte, 19-Juan Randazzo, 22-Cristian Paz, 6-Miguel Barbieri, 5-Pedro Ramírez/ 20-Alexander Díaz, 23-Mateo Ramirez, 8-Milton Celiz, 7-Antony Alonso/ 32-Nicolás Benegas/ DT Gustavo Benítez.
Modificaciones Godoy Cruz:
46’ Gonzalo Abrego x Andrés Meli
61’ Mateo Mendoza x Juan Escobar
61’ Nahuel Ulariaga x Agustín Auzmendi
81’ Misael Sosa x Daniel Barrea
84’ Luca Martínez Dupuy x Vicente Poggi
Modificaciones D. Riestra:
46’ Rodrigo Sayavedra x Mateo Ramírez
65’ Gabriel Obredor x Nicolás Benegas
72’ Jonatán Goitía x Pedro Ramírez
76’ Jonathan Herrera x Alexander Díaz
Estadio: Feliciano Gambarte.
Árbitro: Facundo Tello.